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Del recurso al enfoque: por qué el audiovisual debe ser el centro en ELE

Mucho más que utilizar de cualquier manera un vídeo en clase, la idea es convertir lo audiovisual en un enfoque didáctico que integre comprensión, interacción y producción auténticas. Aquí encontrarás una serie de claves prácticas, los errores más comunes, una lista de comprobación y una rúbrica que podrás descargar al final del artículo. Además, hemos creado un curso en línea para sacarle el máximo partido a esta tipo de actividades en la clase de español.

El malentendido habitual: poner un vídeo ≠ enseñar con audiovisual

Que un recurso sea atractivo no garantiza aprendizaje. Cuando el vídeo se usa como relleno —sin objetivo comunicativo claro, sin tareas intermedias ni producto final— los estudiantes miran, pero no hacen. El coste es alto: baja participación, escasa transferencia y una sensación de clase entretenida sin evidencias de progreso. En realidad, enseñar con audiovisual implica diseñar una secuencia breve y enfocada, en la que cada tramo del vídeo tiene una misión concreta y desemboca en una mini-producción del alumnado. La clave no es la duración del vídeo ni los efectos de la edición, sino la intención didáctica y la visibilidad del aprendizaje.

Qué significa “enfoque audiovisual” en ELE (en cinco criterios)

Intencionalidad didáctica. Todo empieza con un objetivo comunicativo y un producto final concreto (por ejemplo, un microvídeo de 60–90 segundos o un audio de 45–60).

Integración de destrezas. Ver y oír para luego hablar y escribir: recepción, producción e incluso mediación se entrelazan.

Andamiaje explícito. Guiones funcionales, consignas con verbos de acción, modelos cortos y apoyos visibles (glosario mínimo y conectores).

Evaluación visible. Criterios sencillos, evidencias rápidas y una mini-rúbrica que permita dar feedback sin agobios.

Publicación con propósito. Que exista una audiencia (parejas, otro grupo, canal del aula) y un formato adecuado al objetivo para dar sentido a la tarea.

Del vídeo al aprendizaje: una micro-secuencia tipo

Antes de ver/escuchar (3–4 min). Activar conocimientos previos y hacer predicciones con dos consignas muy breves (por ejemplo, “Anticipar tres palabras del campo semántico del vídeo” y “Formular una hipótesis en una frase”).

Durante (6–8 min). Visionado por tramos con marcas de tiempo. Cada tramo tiene una misión (anotar tres ideas clave, identificar un gesto pragmático, localizar conectores). Pausas breves para verificar comprensión con una pregunta cerrada o una señal rápida.

Después (8–12 min). Mini-producción en clase alineada con el objetivo (un reel explicativo, un audio resumen, un mini-anuncio). Publicación en un espacio del aula y cierre con dos o tres preguntas de reflexión (qué funcionó, qué mejorar, cómo lo usarías fuera de clase).

Plantilla de consignas (A2–B1–B2).

  • A2: “Anotar tres acciones que aparecen entre 00:40 y 01:10 y decirlas en pasado.”
  • B1: “Identificar dos opiniones y un argumento en 01:10–02:00; resumirlas en tres frases.”
  • B2: “Localizar dos marcas de registro (léxico/gestos) de 02:00–02:45 y explicar su efecto en 60–80 palabras.”

Errores frecuentes y cómo evitarlos

Dejar todo para el final. Pedir la producción para casa diluye el objetivo. Solución: reservar 8–12 minutos en clase para una mini-producción guiada.

Dar consignas vagas. “Comentar el vídeo” no es una tarea. Solución: verbo de acción + tiempo máximo + evidencia esperada (p. ej., “En 60 s, grabar un audio con tres ideas clave y un ejemplo”).

Vídeos demasiado largos. El exceso de metraje dispersa la atención. Solución: elegir dos o tres momentos clave y asignar una misión a cada tramo.

Evaluación difusa. Sin criterios mínimos, el feedback se vuelve subjetivo. Solución: mini-rúbrica de una página con 4 criterios (claridad, cohesión, adecuación y pronunciación/legibilidad).

Caso real en diez líneas: de vídeo suelto a secuencia con impacto

Un grupo B1 veía vídeos de actualidad “para comentar” y el profesor notaba que la participación era muy irregular. Rediseñó la sesión: 1) objetivo claro (“explicar la postura del entrevistado en 60 s”); 2) dos tramos con misión (ideas clave y conectores); 3) mini-producción en parejas (audio de un minuto con guion); 4) publicación y feedback con mini-rúbrica. Resultado: todos entregaron producto, aumentó la claridad y se evidenció el uso de conectores. En una segunda sesión compararon su primer audio con una versión mejorada (“corte comparado”) y reflexionaron sobre decisiones de guion y ritmo.

Evaluar sin morir en el intento: evidencias rápidas

No necesitas un dosier. Tres evidencias bastan: (1) guion o escaleta con conectores, (2) decisiones de montaje (qué se corta y por qué), (3) corte comparado o subtítulos. Con una mini-rúbrica de 4 criterios × 3 niveles puedes dar un feedback ágil y centrado en el mensaje. La rúbrica valora claridad, cohesión y conectores, adecuación al objetivo y público y pronunciación/entonación o legibilidad de subtítulos. Úsala para guiar el trabajo y no solo para calificar.

Herramientas que no estorban (y cuándo usarlas)

El enfoque no depende de tener acceso a un software muy sofisticado. Para empezar, basta con un móvil y un editor básico. Relaciona siempre objetivo didáctico → herramienta mínima: grabadora del móvil para audios, un editor sencillo para cortes limpios y subtítulos automáticos si el objetivo es reforzar comprensión. Considera también la privacidad: permisos de imagen/voz, opciones de plano sin rostro y voz en off cuando sea necesario.

Conclusión: del recurso a la cultura de aula

Cuando el audiovisual se entiende como enfoque, cada vídeo es una oportunidad para hacer cosas en la lengua meta con un enfoque audiovisual: comprender con una misión, producir con propósito y evidenciar progreso con criterios claros. Empieza pequeño: elige un objetivo, define dos o tres tramos con una misión explícita, reserva diez minutos para una mini-producción y evalúa con la mini-rúbrica. Si quieres plantillas y ejemplos listos para usar, descarga la checklist y llévala a tu próxima clase.

1 Descarga la lista de comprobación de secuencia audiovisual.

2 Bájate la mini-rúbrica de secuencia audiovisual.

3 Échale un vistazo a nuestro curso sobre actividades audiovisuales.

Si te interesa este tema, échale un vistazo a nuestro curso Actividades de audio y vídeo para la clase de español. Allí aprenderás más sobre el uso de estas herramientas en el aula.

Francisco Herrera formacionele

Francisco Herrera es formador de profesores de español en varios programas universitarios y dirige la plataforma International House formacionele.com. También es el director del centro CLIC International House Cádiz.

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