Una de las cuestiones que más debate origina en los cursos para obtener el certificado para ser maestro de español, es la de la corrección del error.
Basta con proponer alguna pregunta sobre qué se corrige, cuándo, quién o cómo para que en los foros de trabajo aparezcan las primeras reacciones. Está claro que se trata de un tema complicado, porque la respuesta a cada una de esas cuestiones depende de diferentes factores.
Elementos para el tratamiento del error
- Alumnado: de su personalidad, de su actitud y creencias ante los errores, de su confianza y autoestima, de su equilibro entre fluidez y precisión, de sus objetivos y razones por las que aprende la lengua, entre otros.
- Nivel y tipo de error: si imposibilita la comprensión del mensaje y la intención, si es un lapsus, si es un error esperado por su estadio de competencia, si está indicando que ha habido un problema en la instrucción/comprensión del contenido.
Imagen 1, adaptada de Javier García González (Universidad Autónoma de Madrid)
- Tipo de actividad y finalidad: si estamos trabajando la precisión, la sistematización del contenido o si estamos enfocándonos en la comunicación y en el desarrollo de estrategias.
Imagen 2, adaptada de Javier García González (Universidad Autónoma de Madrid)
Como docentes de ELE y teniendo en cuenta que el alumno ha elegido estudiar un idioma en instrucción formal, dirigido por un profesor, partimos de la siguiente premisa: el aprendiz espera que le ayudemos a corregir sus errores. Así, sería magnífico disponer de un guión de actuación que nos indicara cómo proceder en cada una de las situaciones que muestran las imágenes anteriores.
Lamentablemente, y como en muchos temas relacionados con la enseñanza, no hay recetas ni varita mágica, y por ello somos nosotros, los docentes, una vez más, quienes deberemos tomar las decisiones más adecuadas atendiendo a nuestra aula y a nuestros alumnos.
En este sentido conviene saber qué piensan los estudiantes sobre los errores y su corrección a través de actividades (cuestionarios, un verdadero/falso de opiniones, una actividad del tipo “qué harías tú en esta situación”) que les permitan reflexionar e intercambiar puntos de vista para adoptar una actitud positiva ante el error, aceptar la corrección como parte del proceso y hacerse conscientes de que en ocasiones prima la comunicación y la transmisión del mensaje.
Hexálogo del error en el aula de ELE
Los debates en los cursos de formación, en muchas ocasiones, terminan con un listado de conclusiones porque estas nos facilitan la tarea y, sobre todo, nos sirven como punto de partida para actuar en consecuencia. Así, nos gustaría citar el hexálogo de Miguel Cobos, profesor de español y participante en la edición online de nuestro curso sobre presentación de lenguaje:
- Corrige: no hagas creer a los alumnos que son capaces de dominar lo que realmente no saben.
- Corrige lo relevante: es imposible corregir el 100 % de la producción lingüística de cada alumno durante una clase. Selecciona lo relevante, aquello que dificulte la comprensión del texto o del discurso. En resumen corrige cuando el error en la forma impida comprender correctamente el significado.
- Apunta los errores, agrúpalos e intenta dedicar un momento a ellos. No detengas la clase continuamente.
- Cita el error tal y como se produjo, pero no al autor. Esto ayudará a que si la persona tiene baja autoestima no se la disminuyas más.
- Intenta que sean los alumnos los que se corrijan a ellos mismos o a sus compañeros, pero siempre compartiendo las correcciones con toda la clase.
- El momento ha de ser el que el profesor considere más adecuado teniendo en cuenta la diversas variables que influyen a la hora de corregir errores como: el tipo de actividad (no es lo mismo una redacción que una exposición oral), el tiempo que se dedica a ella (no es lo mismo una presentación de 15 minutos que una pequeña puesta en común o un debate), el número de alumnos (no es lo mismo trabajar con cuatro alumnos que con treinta) o el tipo de alumnos (no es lo mismo trabajar con adolescentes que con adultos).
¿Qué otros puntos se os ocurren para intentar convertir ese hexálogo en un decálogo?
Este artículo ha sido escrito por Sonia Eusebio Hermira, tutora en formacionele.com, la plataforma International House para la formación de profesores de español. Imagen de portada de este artículo: Pixabay.
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Que trabajen en grupos habiendo un líder en una ronda de trabajo, cambiando de líder para cada ronda, de tal manera que todos experimenten el aprendizaje de ser líder.
Que siempre se trate con total respeto.
Que todos los alumnos presenten dudas o aportaciones aunque éstas tengan errores.
Que logren que no solo sean grupos sino equipos, es decir, grupos funcionales.