Como es sabido la lengua que una persona aprende en su entorno familiar y mediante la cual se comunica normalmente es la que se conoce como “lengua materna“. Es verdad que cuando usamos nuestra lengua materna para comunicarnos con otras personas nunca pensamos por qué decimos una palabra y cuándo usamos un tiempo verbal u otro. Esto mismo les pasa a muchos de nuestros estudiantes del curso de formación de profesores de español para extranjeros, sin experiencia en la enseñanza de idiomas, por lo que nunca se han parado a analizar la lengua y a pensar cómo funciona.
Este es el caso concreto de un grupo de alumnos de uno de nuestros cursos de formación presencial. Los participantes tienen que preparar una clase en la que se presentan los recursos comunicativos que usamos para pedir objetos, solicitar favores y ofrecer excusas. El grupo meta de estudiantes de español para el que están preparando la clase de prácticas tiene un nivel B1.2, son diez y es su segunda semana de clase con este grupo de profesores.
Los formandos van preparando las primeras actividades y ya les toca organizar la presentación del lenguaje de peticiones a partir de unos diálogos de varias personas que están alojadas en pisos de couchsurfing y que necesitan pedir algunos favores u objetos a los anfitriones. ¿Por dónde empezamos? La ayuda que les proporciona el libro son los exponentes resaltados tipográficamente en un color y un pequeño cuadro que explica cuándo se utiliza con indicativo o con subjuntivo (te importa si… / te importa que…). A partir de estas conversaciones en las que están resaltados lo exponentes de petición tienen que decidir cómo lo presentan a los alumnos. ¿Pero cómo?
Analizar la lengua facilita su aprendizaje
Vale, yo os voy a ayudar, pero solo os voy a hacer preguntas y tenéis que darme vosotros mismos las respuestas.
- Si queremos presentar las peticiones de objetos y de permiso, ¿qué podíamos hacer primero? Después de pensar un poco dan la respuesta: separarlas, que decidan cuáles son para pedir permiso y cuáles para pedir cosas.
¡Muy bien! Ya sabemos sus diferentes usos.
- ¿Qué estructura tienen unas u otras? Podéis mirar el libro… Ah sí, unas van con indicativo y otras con subjuntivo. ¿Y qué les vais a preguntar a los alumnos para que lleguen a esa conclusión? Pues que decidan si son las peticiones de permiso o de favores, primero. Después que nos digan qué llevan las que van con subjuntivo (que) o indicativo (si).
Vale, pues ya tenemos las formas lingüísticas asociadas a las peticiones.
- ¿Y por qué se usan diferentes exponentes si todas expresan petición (“te importaría/ podría/puedo/me dejas”? Pues porque unas son más formales y otras son informales. ¿Estáis seguros? Mirad bien los diálogos. ¿Qué están pidiendo esas personas? ¿Son pequeños o grandes favores? De todo, responden. “¿Te importaría que traiga un amigo a cenar?; ¿Puedo beber un poco de agua?” Ahora lo veis. La formalidad vendría dada por el tratamiento del tú o el usted, en este caso.
Adaptamos el discurso
Es pura pragmática. El hablante adapta su discurso a la situación y a la persona que tiene delante para conseguir lo que quiere. En este caso se usan exponentes que aparentemente son más formales para pedir algo que puede ser más difícil de conseguir. Todos los otros exponentes serían gramaticalmente correctos, pero no pragmáticamente adecuados.
- Ya casi sudando, ¿algo más? Pues sí. ¿Y las frases con “es que”? ¿Qué hacemos con ellas? Son excusas. ¿Seguro? No os precipitéis. ¡Ah! Unas son excusas y otras justificaciones. Pues, entonces, ¿cuáles van asociadas a las peticiones y cuáles a las respuestas negativas?
El uso de las excusas y las justificaciones (que se inician ambas generalmente con “es que”) son también parte de nuestra cultura (competencia sociocultural). En este punto, se puede preguntar a los alumnos si ellos cuando piden algo justifican por qué lo necesitan como nosotros. Si cuando dicen que no a una petición dan siempre una excusa. En pequeños grupos pueden hablar sobre ese tema y después poner en común si en sus países es muy diferente a cómo lo hacemos nosotros. Quizá no lo hayan pensado nunca.
Cuando terminamos el análisis de las peticiones uno de mis alumnos pregunta: Pero ¿cómo van a entender todo eso? ¿Cómo se lo vamos a explicar? Solo tenéis que hacerles las mismas preguntas que os he hecho yo a vosotros y esperar sus repuestas.
Como profesores tenemos la responsabilidad de entender que para poder aprender una lengua nuestros alumnos deben conocer también la cultura que esa lengua refleja.
Este artículo ha sido escrito por Geni Alonso, tutora en formacionele.com, la plataforma International House para la formacion de profesores de español. Imagen de portada de este artículo: CLIC International House Cádiz.
Si te interesa formarte para dar clases de español, recuerda que tienes toda nuestra oferta de cursos en formacionele.com.