En los últimos años, la palabra transmedia se ha instalado en el mundo educativo para describir aquellas experiencias que no se limitan a un solo formato, sino que expanden una misma narrativa a través de distintos lenguajes y medios. Por ejemplo, el podcasting transmedia se ha destacado por su capacidad de integrar diferentes formatos sonoros y visuales. Una historia puede empezar en un texto escrito, continuar en un vídeo y transformarse en un juego o en un espacio digital interactivo. En este ecosistema, cada medio aporta un ángulo distinto y complementario, de modo que el aprendiz no solo recibe información, sino que participa activamente en su construcción.
En la enseñanza del español, la narrativa transmedia se ha convertido en un punto de partida ideal para integrar varias destrezas de manera natural. Escuchar, hablar, leer y escribir dejan de ser compartimentos estancos y se articulan en proyectos creativos en los que cada fase exige movilizar diferentes habilidades. El disparador inicial más accesible y estimulante para el aula es, sin duda, el audio. Los podcasts, por su carácter flexible y su cercanía al habla cotidiana, permiten a los estudiantes adentrarse en el relato, apropiarse de él y extenderlo hacia otros formatos con un propósito claro y compartido.
El podcast como puerta de entrada
En los últimos años, el podcasting ha demostrado ser una herramienta versátil para la enseñanza de lenguas. Su producción no requiere grandes infraestructuras técnicas y permite trabajar con géneros orales reconocibles: entrevistas, reseñas, crónicas o debates. En el aula, el podcast no es solo un ejercicio de grabación, sino una práctica comunicativa con un destinatario real. El producto final se puede publicar y compartir, lo que da sentido a la tarea y la conecta con el mundo exterior.
Partir del audio, además, sitúa la oralidad en el centro del aprendizaje. Escuchar y producir episodios breves implica entrenar la comprensión auditiva, la pronunciación, la entonación y la organización del discurso. Cuando el alumnado se escucha a sí mismo, detecta con mayor claridad qué funciona y qué necesita mejorar. El audio es, por tanto, un formato que combina autenticidad y reflexividad, dos ingredientes esenciales para avanzar en la competencia comunicativa.
De la grabación al universo transmedia
El paso de un podcast al terreno transmedia se da cuando la narración no se limita al archivo de audio, sino que se expande a otros soportes. En un proyecto transmedia, la voz grabada se convierte en el eje que da pie a una constelación de productos complementarios. La historia narrada en un episodio puede continuar en un cómic digital que ilustra los momentos clave, en un vídeo corto adaptado a redes sociales, en una infografía que sintetiza la información esencial o en una narrativa interactiva en la que el oyente toma decisiones y modifica el desenlace.
Este salto amplía el alcance pedagógico de la tarea. El estudiante deja de trabajar solo la expresión oral y la comprensión auditiva, y se adentra en otros códigos lingüísticos que exigen síntesis, creatividad y colaboración. Lo fundamental es que cada formato no repita lo mismo, sino que aporte un matiz diferente. El audio introduce la voz, el ritmo y la emoción; el cómic aporta la visualidad y la secuenciación; el vídeo añade gestos y contexto; la narrativa interactiva abre la puerta a la elección y la ramificación.
Un proyecto de aula: historias que se bifurcan
Para ilustrar cómo puede aplicarse este enfoque en la enseñanza del español, imaginemos un proyecto titulado Historias que se bifurcan. La idea central es que los estudiantes creen un podcast narrativo con diferentes caminos posibles, de modo que el oyente pueda elegir cómo avanza la historia.
El proceso comienza con la escucha de un modelo breve que introduce el concepto de narrativa oral. A partir de ahí, los estudiantes elaboran un mapa de decisiones: el protagonista puede tomar un tren o un autobús, puede hablar con un desconocido o permanecer en silencio, puede arriesgarse en la aventura o dar un paso atrás. Cada decisión abre un nuevo fragmento de audio de entre treinta y sesenta segundos, que se graba con cuidado en la entonación y en la ambientación sonora.
Una vez producidos los distintos audios, el proyecto se traslada a una plataforma interactiva como Genially o Twine, donde se construye la estructura ramificada. El oyente empieza con un episodio inicial y, al llegar a un momento clave, decide entre varias opciones que lo conducen a finales diferentes. El resultado es un podcast transmedia en el que la oralidad se convierte en experiencia inmersiva.
En el plano pedagógico, esta propuesta refuerza competencias diversas. El guion obliga a organizar las ideas con coherencia, cuidar la cohesión entre fragmentos y trabajar la adecuación al género narrativo. La grabación desarrolla la pronunciación y la claridad expresiva. El montaje digital fomenta la colaboración y la creatividad, al mismo tiempo que introduce al alumnado en competencias digitales avanzadas. Finalmente, la interacción del oyente con las bifurcaciones convierte la comprensión auditiva en un proceso activo, donde escuchar implica elegir y anticipar.
Beneficios del enfoque transmedia
Adoptar proyectos de este tipo transforma la dinámica del aula. Los estudiantes dejan de ser receptores pasivos de input auditivo y se convierten en productores que diseñan, planifican y comparten. La oralidad deja de entenderse como una práctica aislada y se integra en un ecosistema comunicativo más amplio. Además, la dimensión transmedia aporta motivación, porque conecta con los lenguajes y formatos que los aprendices consumen en su vida cotidiana: podcasts en Spotify, vídeos en TikTok, cómics digitales o narrativas interactivas en videojuegos.
Trabajar con proyectos de podcasting y transmedia no solo mejora la comprensión y la expresión oral, sino que sitúa al estudiante en el centro de un proceso creativo en el que escuchar y hablar tienen sentido porque forman parte de una historia compartida. En un aula que aspira a ser un espacio de comunicación auténtica, el audio transmedia se revela como un aliado poderoso: conecta competencias, multiplica formatos y devuelve a los aprendices la voz —literal y metafóricamente— como protagonistas de su aprendizaje.

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Francisco Herrera es formador de profesores de español en varios programas universitarios y dirige la plataforma International House formacionele.com. También es el director del centro CLIC International House Cádiz.

