En nuestro curso sobre planificación, uno de los temas que más cuestiones y debate suscita es el del empleo o no de un libro de texto a la hora de planificar . Parece evidente que su implantación en nuestras clases es una realidad, impuesta o no, y que el libro está aquí para quedarse, si atendemos a los enormes esfuerzos editoriales que se están haciendo en los últimos años.
Aunque todos sabemos que no existe un manual perfecto y que hay que manipularlos y adaptarlos a nuestro estilo, la experiencia a la hora de implementarlos parece ser un factor determinante. Mientras que los profesores más noveles agradecen la estructura y los recursos que el libro nos brinda, entre los que tienen experiencia están, por un lado, los que se sienten encorsetados y con poco margen para la libertad creativa y, por otro, aquellos que defienden la comodidad de seguirlos.
Aquí os dejamos un resumen de los pros y los contras del uso de manuales que han surgido en esta última convocatoria.
Ventajas:
- Son fiables. Material cuidado y diseñado por profesionales y expertos.
- Son materiales con garantías y adaptados a los documentos de referencia.
- Son una guía. Sirven de hoja de ruta, tanto para el profesorado como para los alumnos.
- Favorecen el autoaprendizaje. Los estudiantes pueden revisar lo visto y avanzar o profundizar conforme a su ritmo de aprendizaje.
- Son cómodos. En ellos encuentro todo el material que puedo necesitar para una clase, en un soporte manejable y fácil de transportar.
Desventajas:
- Pueden ser un marco cerrado que puede crear un modelo poco flexible no adecuado a todos los alumnos.
- Se desactualizan y pierden vigencia. Deben ser renovados frecuentemente.
- El exceso de estructura puede generar monotonía y aburrimiento.
- El análisis de la lengua que se presenta puede ser parcial, erróneo o estar falseado.
- Están sometidos a criterios comerciales. La estructura y distribución de los contenidos a veces responde a criterios mercantiles.
Y vosotros ¿seguís un libro o vais por libre?
Este artículo ha sido escrito por Juan de Dios López Rael, formador de profesores de español del centro Clic International House Sevilla y tutor en formacionele.com, la plataforma International House para la formacion de profesores de español.
Créditos de la imagen: Flickr / Sebastien Wiertz (https:// www. flickr. com /photos/wiertz/4603052529).
En mi experiencia personal, cuando no hay una imposición, esta decisión le corresponde al alumno, y en casi la totalidad de estos casos a mí me piden no seguir libro.
No les pregunto de forma insistente el porqué pues no quiero que parezca que tengo algún interés en ello, pero empiezo a sentir curiosidad… ?Por qué llevo años sin seguir un libro?
En Mi país, Camerún, el uso del libro es imprescindible, ya que es casi el único documento usado. Ademá, el Gobierno ejerce la reglamentación, lo que hace que haya un máximo de dos libros en los programas escolares.
Es real tu planteamiento, aunque actualmente pienso que es preferible atender a la aplicación de las nuevas tecnologías en uso, por una parte, y a la edad del grupo humano con el que trabajas. Digo esto, porque mi experiencia es –y ha sido– en cuanto a la ensenanza del espanol para extranjeros, con gente de mediana edad y más. Desde este punto de vista de mi experiencia, soy partidaria de no usar libro.
Para mí lo ideal es la combinación de libro de texto con otros materiales, para aprovechar las ventajas de lo uno y de lo otro :-). Estoy de acuerdo con las ventajas e inconvenientes que aquí se exponen.