Pizarras digitales, Facebook en la clase, blogs, móviles, Skype, plataformas de elearning: la tecnología ha venido para quedarse dentro de nuestras aulas y ha pasado en los últimos años de ser una opción metodológica más a convertirse en un estrato fundamental del espacio educativo.
Si además, como ocurre en nuestro caso, nos dedicamos a la enseñanza de idiomas no podemos dejar de lado ecosistemas comunicativos tan ricos como las redes sociales o, en general, los entornos digitales. Ya no existe la opción de mirar para otro lado. [Tweet “La tecnología se ha hecho indispensable para la enseñanza eficaz de una segunda lengua.”]
Es verdad que hasta ahora muchos de los acercamientos entre lo tecnológico y lo didáctico, procesos con ritmos casi opuestos, han fracasado por exceso de celo o por falta de planificación. Sin embargo, siempre debemos tener presente la enorme cantidad de opciones que nos ofrece el contexto digital para la interacción y la producción creativa en una segunda lengua. Sólo por esta razón ningún docente de español o de cualquier otro idioma puede dejar de lado estos entornos comunicativos.
Las redes son estupendos espacios de creación en los que los participantes pueden expresarse según sus intereses, sus necesidades y sus usos digitales. Si nuestros estudiantes se mueven naturalmente en Facebook, en Tumblr, en Whatsapp ¿qué nos impide a los profesores hacer lo mismo?
Nota: En formacionele.com ofrecemos un curso específico sobre tecnología en el aula de español donde tratamos estas cuestiones a fondo.
Este artículo ha sido escrito por Francisco Herrera, responsable de formacionele.com, la plataforma International House para la formacion de profesores de español. Imagen de portada de este artículo: Brad Flickinger.
Muchas tecnologías que se pensaba iban a revolucionar la enseñanza de lenguas han ido quedando por el camino, con un uso relativo, por llamarlo de alguna manera. Pensemos en la televisión o el vídeo, por ejemplo. De modo que, entiendo, lo realmente importante es el modelo de enseñanza-aprendizaje. Porque, pongo por caso, se puede hacer “lo mismo” con una pizarra digital que con una pizarra de las de tiza y borrador (que, por su parte, no dejan de ser “otra” tecnología)
Aquí hay una frase que me resulta no sé qué exactamente:
Tengo dos dudas: (1) veo mucho uso de la tecnología en el aula que es de una eficacia cuestionable, y me pregunto a menudo, ¿no sería más eficaz enseñar eso SIN tecnología? Una imagen (??!!) de un móvil, por ejemplo, cuando apuntar con el dedo al móvil más cercano ha de ser más “eficaz”.
Y (2) ¿”indispensable para la enseñanza eficaz de una segunda lengua”? o ¿indispensable para el aprendizaje del idioma? A mi modo de ver, muchos profesores se equivocan viendo las TICs casi exclusivamente como una herramienta para enseñar — cuando realmente tendría que verlas como herramienta para aprender.
Añadir un inciso a todo lo expuesto anteriormente. El mero uso de las TICs en cualquier proceso de aprendizaje, incluida el aprendizaje ELE, no constituye en sí mismo un aprendizaje significativo. Este último se alcanza cuando el alumnado logra superar sus propias barreras cognitivas y zonas de confort. El profesorado puede lograrlo tanto con métodos tradicionales como con el uso de la tecnología más avanzada. Así pues no consiste tanto en hacer un uso de las TICs y redes sociales sino más bien que estructura metodologica le damos para que su contenido asegure un aprendizaje significativo y esto vas más allá del dominio de estas nuevas herramientas para el aprendizaje.
Me parece muy interesante esta reflexión y sobre todo los comentarios de los compañeros. La tecnología permite que el aprendizaje sea más relevante, porque lo hace más personalizado.