Durante los últimos años estamos asistiendo a un proceso de internacionalización que ha configurado una nueva realidad mundial donde cada vez hay más intercambio de trabajadores y estudiantes. Para poder beneficiarnos de esta oportunidad de movilidad, aprender idiomas se ha convertido en la herramienta fundamental con la que progresar como profesionales y estudiantes.
En esta globalización mundial existe, pues, la necesidad de revisar y describir las habilidades que ha de adquirir un ciudadano que vive en un mundo interconectado. Llegamos así al concepto de competencia global, dentro de un enfoque global de educación.
La evaluación PISA 2018 define así competencia global:
- La capacidad de analizar problemas y situaciones de carácter local, global e intercultural (pobreza, dependencia económica, migración, desigualdad, medio ambiente, conflictos y diferencias culturales…).
- La capacidad de entender y apreciar las diferentes perspectivas y cosmovisiones.
- La habilidad para establecer interacciones positivas con personas de diferentes nacionalidades, razas, religiones, culturas, etc.
- La disposición y la capacidad para actuar conjuntamente por el bienestar colectivo y el desarrollo sostenible.
Como se desprende, la competencia global está formada por conocimientos, habilidades cognitivas, actitudes y valores; la enseñanza de idiomas debe atender a este nuevo aprendiente:
- Competencia comunicativa: desarrollar sus competencias lings (learning by doing).
- Competencia intercultural: promover el conocimiento intercultural para desarrollar la sensibilidad cultural y el entendimiento.
- Competencia digital: hacer uso de las herramientas digitales: las TICS han favorecido la comunicación universal y forma alumnos capaces de vivir en la sociedad actual.
- Habilidades blancas: desarrollar lo que se conoce como las habilidades blandas, esto es: habilidades cognitivas (resolver problemas, pensamiento crítico, toma de decisiones) y habilidades socioemocionales (trabajo en equipo, habilidades de comunicación, proactividad, responsabilidad y compromiso).
¿Cómo desarrollar la competencia global del estudiante?
A través de materiales y enfoques de enseñanza que permiten hacer hincapié en el desarrollo de esa competencia global. El aprendizaje basado en la resolución de problemas (ABP) puede ser una opción.
El aprendizaje basado en la resolución de problemas pretende que los alumnos solucionen situaciones de la vida real con sus propias estrategias, sus conocimientos previos, sus investigaciones y sus reflexiones.
Tiene muchos aspectos similares al enfoque por tareas y al aprendizaje cooperativo. La diferencia fundamental es que la tarea consiste en la resolución de un problema de la vida real. En otros contextos de aprendizaje se utiliza para que los alumnos adquieran los conocimientos teóricos de la materia a partir de sus investigaciones. En la enseñanza de ELE puede ser un buen enfoque para repasar contenidos y ponerlos en práctica, además de para desarrollar destrezas y estrategias. Es un modelo ideal de aprendizaje significativo.
Veamos un ejemplo
Aquí ofrecemos un ejemplo [PDF] de este aprendizaje adaptado para un grupo de aprendizaje del español como lengua extranjera, pero básicamente la estructura sigue las siguientes fases:
- Planificación por parte del profesor de los objetivos, del tiempo o del procedimiento.
- Presentación y definición del problema. Se presenta el problema y los alumnos, en grupos, dialogan para identificar el conflicto.
- Planteamiento de hipótesis. Una vez estructurado el problema, los estudiantes deben exponer en clase, relacionar ideas y plantear posibles respuestas, dando su opinión de forma ordenada. En este punto, el docente debe cuestionar las propuestas para que sus alumnos puedan descartar las hipótesis fallidas.
- Formulación de los objetivos de la tarea. El profesor presenta los objetivos de la tarea.
- Fase de investigación. Los alumnos buscan información y elaboran la tarea.
- Presentación de la tarea. Los alumnos ponen en común sus trabajos. Cada grupo escucha la exposición del otro equipo y van señalando los aspectos que tienen en común y aquellos otros que son diferentes y que consideran interesantes para posteriormente hacer una discusión sobre ello.
- Evaluación y autoevaluación. Corrección de errores. Hacemos la corrección en grupo clase de aquellos errores que hemos ido anotando y observando en las fases anteriores y que consideramos que necesitan de una reflexión grupal o alguna explicación. Los alumnos autoevalúan su trabajo y el de los demás.
Vemos como esta metodología nos permite incluir muchas de las ventajas de los enfoques por tareas y del aprendizaje cooperativo, además de desarrollar estrategias, habilidades y competencias con las que estamos dando un carácter más global al aprendizaje de nuestros estudiantes.
Este artículo ha sido escrito por Sonia Eusebio Hermira, tutora en formacionele.com, la plataforma International House para la formación de profesores de español. Imagen de portada de este artículo: Pexels.
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